Los créditos concedidos por la banca a las familias para la compra de una vivienda siguieron desacelerándose, al crecer un 0,9% en junio respecto al mismo mes del año anterior, lo que supone la tasa más baja de los trece años en que hay serie histórica, hasta alcanzar un importe de 670.112 millones de euros, según datos del Banco de España recogidos por Europa Press. Hace un año, estos créditos crecían a un ritmo del 8,1%.
Estos datos confirman la ralentización de la deuda hipotecaria a raíz del estancamiento del mercado inmobiliario y de la construcción, y de la difícil situación económica que atraviesa España, lo que provoca un endurecimiento de las condiciones de crédito por parte de los bancos y una menor demanda por parte de los consumidores.
La desaceleración de los préstamos es más patente en el último año, aunque no han dejado de ralentizarse desde 2006, pasando de un crecimiento del 20% para el conjunto de ese año al aumento del 13% registrada en 2007 y al alza del 4,5% correspondiente a 2008.
La tasa de crecimiento de los préstamos para vivienda de junio es, por tanto, la más baja registrada en trece años, y en lo que va de 2009 acumula un descenso de casi cuatro puntos porcentuales. En concreto, la concesión de créditos creció en enero a un ritmo del 4%; un 3,3% en febrero; un 2,5% en marzo; un 1,8% en abril y un 1,2% en mayo.
La desaceleración en la concesión de préstamos se produce en un momento en que los tipos de interés se encuentran en mínimos históricos, tanto del precio oficial del dinero fijado por el Banco Central Europeo (BCE) en el 1%, como del Euríbor, indicador al que se referencian la mayoría de las hipotecas en España (1,3%).
Los consumidores, sin embargo, no se benefician por completo de estos bajos niveles de tipos de interés, ya que tanto bancos como cajas de ahorros aplican un mayor diferencial a los préstamos que conceden por la mayor prima de riesgo de impago.
Pero no sólo han descendido los créditos concedidos de manera específica para la compra de una vivienda, ya que las entidades han reducido la financiación a las familias y empresas en general. Así, el total de préstamos concedidos a las familias ascendió en junio a 907.734 millones de euros, tan sólo un 0,4% más que en junio de 2008.
Concretamente, los créditos al consumo descendieron un 1,0% en el sexto mes del año respecto a junio de 2008, estableciéndose en 234.982 millones de euros, mientras que este tipo de préstamos crecía a un ritmo del 9% hace un año y del 2,7% a principios de este.
La acentuada tendencia a la baja que describen estos créditos también puede explicarse por los elevados tipos de interés que llevan aparejados, que en algunos casos pueden situarse en el entorno de los dos dígitos.
Los bancos y las cajas de ahorros explican la evolución del crédito por la bajada de la demanda de crédito solvente y reconocen que la evolución de los préstamos será similar a la evolución del Producto Interior Bruto (PIB), por lo que no apuntan a descensos en el futuro.
Tanto desde la Asociación Española de Banca (AEB) como de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) se ha reconocido que el crecimiento del crédito a ritmos del 20% correspondiente a 2006 era insostenible en momentos en que el PIB nominal crecía al 5%.
Desde muchos frentes, tanto políticos como económicos se acusa al sector financiero de haber alimentado la burbuja inmobiliaria con una excesiva concesión de créditos en términos de criterios y de volumen, tanto absoluto como en relación al precio de tasación de la vivienda.
Via | EuropaPress