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¿Tener una carrera universitaria es un buen arma ante la crisis?

La respuesta a esta pregunta es que sí. Al menos así se desprende del último informe elaborado por Addecco y el IESE-IRCO sobre el impacto de la actual crisis en los colectivos de trabajadores según su formación y nacionalidad. Según este estudio, la tasa de paro entre los menos formados duplica la de los universitarios y crece el doble de rápido.

En concreto, la tasa de desempleo de las personas con educación primaria y analfabetas ha tenido un incremento interanual de 10 puntos porcentuales en junio, mientras que la de personas con formación universitaria ha aumentado 3,7 puntos. Así, la tasa de desempleo del primer grupo se ha acelerado hasta el 25,9% frente al 9,4% del segundo.

Y es que cuanto más elevado es el nivel educativo, menor ha sido proporcionalmente la pérdida de empleo: en junio, de un 2,6% (equivalente a 177.300 individuos) para los universitarios, frente al 13% de las personas con educación primaria (lo que corresponde a 394.300 personas). En conjunto, 7 de cada 10 personas que perdieron su empleo en los últimos doce meses tienen, como máximo, un nivel de formación de educación secundaria incompleta.

El estudio llega a la conclusión de que cuanto más elevado es el nivel educativo, menor ha sido proporcionalmente la pérdida de empleo. “De modo que la crisis, en última instancia, está solucionando de manera brutal el gran problema desatendido durante años de una productividad laboral declinante”, indican Addecco y el IESE-IRCO.

En cambio, en el caso de los inmigrantes, la mayor pérdida de empleo se ha producido en los niveles educativos superiores, ya que este colectivo, típicamente móvil, ha decidido voluntariamente trasladarse al país que ofrezca en cada momento las condiciones más atractivas.

El estudio destaca que “estos datos muestran un costo de la crisis que normalmente no se tiene en cuenta, que es la fuga de capital humano que España había sido capaz de atraer”.

Via | El Economista

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